El presidente José Luis Rodríguez Zapatero anunció, con voz firme y hasta con tono desafiante, que mientras hubiese una mayoría socialista, no habría recortes sociales ni se dañarían los derechos de los trabajadores. Hoy, poco más de un año después de esas henchidas palabras, habría que preguntarle al presidente si podría repetirlas.
Las políticas sociales de Zapatero, su talante y su defensa de lo socialista y obrero se han arrugado como papel mojado ante el peso y las injerencias de los mercados financieros. La clase obrera de este país, los trabajadores que lo ratificaron en su puesto como presidente de España han sido traicionados. Es hora que despertemos. Nadie va a llegar con una varita mágica para solucionar los problemas que nos aquejan. Debemos levantarnos de nuestras poltronas y luchar por un mañana donde haya una auténtica democracia y una auténtica libertad.